Del 23 al 27 de octubre, el afamado monólogo humorístico de Dario Fo, Franca Rame y Jacopo Fo vuelve a la escena valenciana, en esta ocasión a las tablas del Teatro Flumen, interpretado por la actriz Mercedes Castro.
Bajo la dirección de Álvaro Lavín, ‘Tengamos el sexo en paz’ incide en cuestiones tan fundamentales del sexo, como el de ¿por qué, si lo hacemos, siempre lo abordamos desde el complejo y el estereotipo? o ¿por qué no hablamos de onanismo con nuestra pareja?, que por simples cuestiones morales y éticas terminan convirtiéndose en tabús.
Los autores, inicialmente, escribieron un libro en el año 1994 con un título bastante sorprendente “El Zen y el arte de follar’. El éxito fue total y decidieron llevar el texto a la escena con un nombre más liviano y al que conocemos actualmente.
Tanto Fo como sus coautores parten de la premisa de que creemos que sabemos todo sobre el tema pero, en realidad, hay muchísimas cosas que desconocemos o no nos decimos a plantarlas abiertamente.
En una sociedad tan compleja y difícil como la que vivimos, hablar de sexo y amor debería ser una opción cívica y responsable y precisamente el espectáculo tiene, entre otras particularidades, la intención de brindarle al espectador claves que les permitan disfrutar del placer de tener sexo y recuperar, a través de la relación amorosa, el amor en su sentido más pleno.
‘Tengamos el sexo en paz’ habla del amor, de la relación amorosa completa, positiva, que ayuda a crecer en pareja; habla del sexo homosexual o heterosexualy del amor en todas sus vertientes, es decir, desde la libertad.
“Tengamos el sexo en paz” es un monólogo/comedia trepidante, de carácter reflexivo, en la que desde Adán y Eva, hasta nuestros días, se muestran situaciones cotidianas en torno al encuentro carnal y a lo poco que de él sabemos en la sociedad occidental. La pregunta clave es, si el sexo juega un papel tan determinante en nuestras vidas, por qué nunca hablamos de él. Por supuesto, el espectáculo se propone solventar ese error hablando de sexo, con mucho humor y muchísima ironía.
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