Call of Duty: Advanced Warfare se prepara para recuperar el trono entre los videojuegos
La próxima entrega de call of duty advanced warfarepresume de una artesanía inusual para vislumbrar cómo serán los conflictos bélicos dentro de 40 años. Dentro de un mes tendrá el desafío de desbancar a GTA V como el videojuego más vendido
Tres años dedicó el estudio Sledgehammer Games en dar a luz el nuevo videojuego, en el que presume de “narrativa cautivadora” y de orgullo por el detalle extremo.
Para cumplir con la máxima del realismo que guía año a año a Call of Duty, aun en un escenario futurista, llevó a cabo una intensa tarea de documentación y buceó en instituciones oficiales -incluso en documentos clasificados- y universidades para perfilar un conflicto bélico creíble, pese a tener lugar dentro de 40 años.
“Nunca investigué tanto en toda mi vida. En Berkeley, el MIT, la NASA, Darpa… trabajamos con un futurólogo del Pentágono cuya misión consiste en pensar qué escenarios tendremos que afrontar en 25 años y cuál será el próximo enemigo“, explicó en una entrevista con la agencia de noticias EFE Glen Schofield, uno de los encargados del desarrollo.
“Investigué tantísimo que ahora me preocupa que la CIA tenga mi número de teléfono”, bromeó.
Ese proceso desembocó en el diseño de armas y comunicaciones futuristas y, sobre todo, del “exoesqueleto”, una estructura corporal que dota a los jugadores de habilidades espectaculares de movimiento, ataque y defensa.
Schofield asegura que el exoesqueleto es una gran innovación en un género tan visitado como el de los disparos.
Bajo el lema “el poder lo cambia todo”, Modern Warfare narra la historia de la emergencia de una organización militar privada allá por el año 2054.
Sería osado hablar de un Call of Duty de autor; al fin y al cabo su fórmula de éxito pasa por la interacción de los disparos y la mecánica realista, pero Schofield asegura que en esta entrega se aprecia que Sledgehammer Games puso “cuerpo y alma” en su desarrollo.
No sólo porque se adivinan en él reflejos y matices de anteriores juegos de este estudio sino por su lenguaje propio en el arte y los movimientos.
“Se aprecia nuestro toque en la artesanía: cada esquina, cada detalle fue pensado y meditado. Participó gente que deseaba fervientemente trabajar en Call of Duty y a la que le pedimos que, por muy insignificante que fuera aquello a lo que dedicaban la jornada, lo hicieran como si se tratara de una obra maestra. Y lo hicieron. Creo que se notará ese esmero”, defendió Schofield.
Las armas y los disparos continúan siendo el elemento definitorio de la franquicia, su atractivo para que año a año sea uno de los videojuegos más vendidos -sólo superado hasta la fecha por GTA V-, pero en esta ocasión se quiso dar entidad al argumento y crear “una gran historia”.
“La guerra es la guerra en Call of Duty –reconoció el responsable del estudio-, pero creo que pusimos el acento en el porqué de la misma”.
Y la historia, con un único protagonista en esta ocasión -y la participación de Kevin Spacey-, está impregnada de asuntos políticos que se inspiran en el discurrir de la democracia o en la primavera árabe, pero también en cualidades humanas como la superación y la esperanza y sentimientos como los de pérdida y dolor.
“Hay mucha meditación detrás y espero que los jugadores lo aprecien”, sostuvo.
Sin embargo, Schofield promete que el usuario se topará con la acción, y por ende con la diversión, nada más entrar en el juego.
La personalización es otro de los pilares de esta entrega: el usuario tendrá acceso a 20.000 millones de combinaciones (de físico, vestuario, indumentaria, instrumentos) diferentes.
“Ahora el juego es como una red social, con la gente fanfarroneando, diciendo, ‘hey, mírenme’. Así que les damos las herramientas para hacerlo porque les divierte”, apuntó.
También se invirtió mucho esfuerzo en un multijugador “frenético” que consiga que el jugador vuelva cada día a conectarse con la comunidad.
Call of Duty: Modern Warfare llegará a todo el mundo el próximo 4 de noviembre para PC, Xbox One, PlayStation 4, Xbox 360 y PlayStation 3.